Han pasado algunas semanas desde que asumí la intención de publicar este libro. Y todavía no sé si estoy en carrera. Mientras tanto lo leo y lo releo y me pregunto si no será demasiada exposición hablar así de mi mismo. De reirme de esa manera de las cosas que pienso, de confesarme tan abiertamente. De correr el riesgo de desprestigiarme después de haber construído un cierto grado de respeto. "Un cura puede hacer milagros, multiplicar los panes, sanar a los enfermos, acoger a los pobres, pero basta ser sorprendido saliendo con una feligresa para que de un día a otro se convierta en Satanás".
Pero el libro no es una biografía, sino un análisis anecdótico y crítico de lo que es llegar a la edad de la jubilación, aderezado con una serie de (Paréntesis) que cuentan de manera simple, a veces crítica y a veces divertida, mi posición ante los cambios de la sociedad y cómo personas como yo, que fuimos instruidos y educados con una determinada visión de la vida, nos tenemos que acostumbrar a la idea de que mucho de lo que nos inculcaron y enseñaron cuando pequeños hoy resulta impopular y políticamente incorrecto.